Hace unos 20 años (o un poco más) se decretó la Ley 4/89 sobre espacios naturales, que dio origen a gran parte de los espacios naturales protegidos de España. En este tiempo han surgido numerosas leyes autonómicas referentes a los espacios naturales, leyes referentes a la ordenación del territorio y una ley de biodiversidad que viene a suponer la transposición de la directiva Hábitat.Pues bien, en estos momentos son dos las Comunidades Autónomas que han anunciado la revisión de sus leyes sobre espacios protegidos: Canarias y Andalucía. En el caso andaluz el consejero ha anunciado, durante el Seminario Internacional "El desafío de la gestión de los espacios naturales de Andalucía en un mundo cambiante", celebrado en Sevilla, la realización de una nueva Ley sobre espacios naturales, cuando se acaba de celebrar el XX aniversario de la Ley 2/89 por la que se crearon 22 parques naturales y se sentó las bases de la actual Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía.
Para sentar las bases de esta futura Ley se ha creado un documento "AN+20, El desafío de la gestión de los espacios naturales de Andalucía en un mundo cambiante" en el que se sientan las bases sobre las que trabajar para la gestión de los espacios naturales (sean o no protegidos). Es este un documento denso pero con algunas cuestiones relevantes, por cuanto se hace referencia a la necesidad de llevar a cabo una gestión adaptativa de los espacios naturales, una gestión que debe hacer frente a numerosos problemas entre los que se destaca la subida del nivel del mar.
En este sentido, es de destacar que entre los ponentes del seminario se encontraba, en la mesa de trabajo dedicada a la conservación para el desarrollo un científico del CSIC que trató expresamente la situación de los espacios costeros y marinos. Es, sin duda, importante que cuando se revisa la Ley 2/89, que apenas supuso la creación de espacios marinos, se de un papel destacado a los espacios costeros y marinos, con continuas referencias a los mismos.
Aquí quiero traer una reflexión importante surgida en el seminario y que, para muchos de los gestores de los espacios costeros y litorales, es sabido, pero que cuesta bastante trasladar a la opinión pública: el aumento del nivel del mar debería ser visto como una oportunidad, en la que debe decidirse como gestionar estos espacios litorales que más que naturales son socionaturales, por cuanto difícilmente podemos encontrar un espacio costero sin influencia de la actividad humana:
"debemos decidir si queremos actuar sobre nuestros espacios costeros de forma artificial para mantener sus características actuales o si estos espacios pueden actuar como zonas tampón ante la subida del nivel del mar, aunque esto suponga tomar decisiones que pueden parecer drásticas".
Si la Ley, que el Consejero ha anunciado que estará en el Parlamento en 2011, consigue dar respuesta a este dilema habremos, sin duda, dado un importante paso.
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