Ley de pesca y acuicultura de Chile

Un conocido catedrático gaditano, y experto en gestión de zonas costeras,   decía en alguna ocasión que la gestión costeras es todo un juego de estrategias e incluso casi un arte. Yo, desde luego estoy cada día más de acuerdo con él.

Y es que cada pequeño paso que se da tiene consecuencias, a veces impredecibles.

Pues bien, de ello me acuerdo muchas veces cuando me asomo a la polémica ley de pesca y acuicultura de Chile, llamada por muchos como la Ley salmonera, por cuanto busca en gran parte contentar los intereses de la potente industria del salmón chileno.

Precisamente en estos días la Ley está en ebullición. A punto de ser aprobada por el legislativo chileno, el debate sigue encendido, con miles de personas en contra de una normativa que supone, en la práctica, privatizar parte de la costa del país.

De hecho, las últimas noticias nos hablan de que un grupo de senadores ha declarado su oposición a la misma e incluso dicen que la misma es inconstitucional, al privatizar parte de un bien nacional de uso público.

Así pues, se está produciendo un muy intenso debate al que deberemos estar atentos, por cuanto esta situación bien podría trasladarse a otros países, dada la importancia cada vez mayor del sector acuícola.

Sin embargo, en este arte que es la gestión costera, no debemos olvidar que no podemos hipotecar nuestro litoral en pos de una única actividad, sino permitir una variedad de usos en el mismo, que tengan también en cuenta el interés general de todos los ciudadanos y ni sólo el interés particular de un único sector productivo.