Cumbre para la protección del Mar Báltico

Hay mares y mares, de eso no cabe la menor duda. Los hay más grandes que otros, más conocidos, más "exóticos" e incluso más mediáticos. Esta situación es claramente visible en la propia Europa, donde hay mares muy conocidos por todos como el mar Mediterráneo y otros no  tan mediáticos, como el mar Báltico.

Y ello pese a que el Báltico baña las aguas de 9 países, 8 de ellos pertenecientes a la Unión Europea y tiene en sus riberas a poblaciones de fama universal como San Petesburgo. Pues bien, este mar se disputa con el mediterráneo el dudoso honor de ser el mar más contaminado del planeta.

Para gestionar los elementos comunes de este mar se constituyó en el año 1992 el Consejo de Estado de la cuenca del Báltico, conformado por Rusia, Suecia, Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, Noruega, Dinamarca y Alemania, países que se acaban de reunir en una nueva cumbre con el objeto de tratar la situación medioambiental de este mar, que acoge numerosos restos químicos, residuos agrícolas y que tiene un importantísimo tráfico marítimo. Los temas tratados han sido:

1. La instalación de una planta de tratamiento de residuos en Kalingrado, al igual que se hizo años atrás en la ciudad de San Petesburgo, un proyecto comenzado hace más de una década y aún no finalizado.
2. La construcción del gaseoducto de Nord Stream, una conducción en alta mar que discurre desde Viborg (Rusia) hasta Greifswald (Alemania), impulsado por Rusia y apoyado por Alemania y la Comisión Europea.

Sin lugar a dudas, es el gaseoducto el que ha motivado la presencia en la Cumbre del Primer Ministro Ruso Vladimir Putín, al objeto de acabar con las reticiones que respecto al mismo tiene el gobierno de Finlandia, que junto a la organización ecologista WWF/adena representan la principal oposición al gaseoducto. 

Sin embargo, parece claro que esta infraestructura tiene todas las papeletas a su favor para salir adelante. Y es que estamos ante un proyecto cuya construcción se prevea comience en el primer trimestre del año actual, de 2010 y que tendrá un ramal hasta Suecia, para proseguir posteriormente por tierra hasta Holanda, cruzando el Canal de La Mancha para abastecer también al Reino Unido.

La puesta en funcionamiento del primer hilo, con una capacidad de 27.500 millones de metros cúbicos anuales está prevista para 2011, una capacidad que se duplicará en 2012 con la entrada en funcionamiento del segundo.

No cabe duda de que la envergadura del proyecto hace que se pueda dudar poco de que el mismo saldrá adelante. Esperemos que al menos este tema haya servido para revitalizar una Cumbre que, organizada por la ONG Baltic Sea Action Group, debe convertirse en un elemento fundamental para la corrección de los problemas de este mar y punto de discusión ineludible a la hora de gestionar de forma global este espacio común y que ya desde los tiempos de la Liga Hanseática ha tenido una importante historia común.

Foto: Maksim Antipim