Plan de Ordenación de la Janda: como urbanizar todo el litoral

POEsta semana la Junta de Andalucía ha aprobado el Plan de Ordenación del Territorio de La Janda (Cádiz), decisión que ha venido acompañada de bastante polémica por cuanto establece diversas áreas de oportunidad turística, entre las que se encuentra el paraje conocido como Mangueta.

A muchos no les sonará de nada este nombre, pero un breve repaso por el litoral de la provincia les hará comprender de que estamos hablando. Y es que desde la desembocadura del río Guadalquivir hasta Conil los únicos espacios libres de edificación de esta costa se corresponden con espacios adscritos a la defensa nacional (militares, para entendernos) o a espacios naturales protegidos, como el Parque Natural Bahía de Cádiz. Es en Conil donde aparecen nuevos espacios litorales sin construir y no protegidos por legislaciones específicas sino por el propio planeamiento municipal (calas de Roche, Playa de Castilnovo).

A partir de aquí nos encontramos con el litoral de Vejer y Barbate donde se ubican parajes conocidos como El Palmar, Zahora o Caños de Meca, antes de adentrarnos en unas costas donde la presencia de instalaciones militares nos han permitido conservar la costa de manera casi intacta (sierra del Retín, Punta Paloma, baterias del estrecho) en combinación con dos espacios naturales protegidos: el Parque Natural La Breña y Marismas del Barbate y el Parque Natural del Estrecho, que nos lleva hasta la bahía de Algeciras, espacio con un frente costero repleto de usos urbanos e industriales y de allí hasta las costas de Málaga.

Es decir Mangueta es uno de los escasos espacios costeros no protegidos de la costa de Cádiz, con un frente de costa de varios kilómetros y con su urbanización el municipio de Vejer tendrá urbanizado el 100% de su frente litoral.

Y aquí vienen mis reflexiones y preguntas:

1º Es cierto que son los municipios los que tienen potestad para proponer lo que quieren hacer con su territorio, por medio de los planes generales de ordenación urbanística, pero esa potestad no puede hacerse al margen del bien común, que en este caso representa la administración autonómica, que es quien en última instancia aprueba el planeamiento definitivo.

2º La comunidad autónoma para aprobar esos planeamientos tiene en cuenta los planes de ordenación del territorio de ámbito subregional, el cual es reflejo de las actuaciones de la Junta de Andalucía en su conjunto, no de una consejería concreta. Y ello basándose en las legislaciones de aplicación.

3º La Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía establece que son suelos no urbanizables de especial protección, entre otros, los suelos necesarios para la protección del litoral, si bien no define nada más al respecto (cuales son y con que criterios se declaran).

4º El Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía establece: "Pese al intenso proceso de ocupación durante las últimas décadas, el espacio litoral presenta aún importantes lugares que representan una oportunidad estratégica para la configuración ejemplar de nuevos espacios turísticos y el desarrollo de establecimientos empresariales ligados al turismo, y para crear espacios libres de uso público que eviten la colmatación y favorezcan el esponjamiento del tejido urbanizado costero."

Igualmente establece que "Uno de los pilares del Plan reside, por tanto, en la configuración de nuevos espacios turísticos en aquellas zonas que ofrecen oportunidades y, en ciertos tramos del litoral, en la reorientación de procesos que soportan costes derivados de fórmulas turísticas de otras fases ya superadas por la dinámica actual."

Pues bien, vista la opción tomada en Mangueta la traducción práctica de estos principios parece clara: se opta por urbanizar los espacios libres en lugar de aprovechar para reordenar esos espacios litorales ocupados por edificaciones ilegales, como ha propuesto el ayuntamiento de Rota en la zona de Aguadulce.

No se ha tenido en cuenta el propio Plan Especial de Protección del Medio Físico de la provincia de Cádiz, donde se establecían zonas que deberían protegerse y más bien parece lo contrario. Parece que se han impuesto los intereses inmobiliarios, los mismos que evitaron que se instalaran aerogeneradores cuando ya se había comenzado la tramitación para su instalación, con el visto bueno del ayuntamiento.

Hubiese sido mejor meterle mano realmente a lo que sucede en El Palmar y dejar libre Mangueta, pero como dice el refrán poderoso caballero es don dinero.