Mucho se ha hablado, y con razón, de la imposibilidad de recorrer todas nuestras costas viendo el mar. Y es que la presión urbanística ha llevado a construir en la primera línea de playa de un modo casi compulsivo, sin que las administraciones competentes hayan sido capaces de frenar este disparate.
Y digo disparate por cuanto siempre he pensado que la primera línea de playa construida lo seguirá siendo aunque se localice a 500 m de la línea de costa en lugar de a 15 m. Desde luego la Ley de Costas tenía en este sentido muy buenas intenciones al establecer una zona de servidumbre de tránsito de 6 m, aunque con un destino más de vigilancia y seguridad que de recreo.
Lo cierto es que poco se ha hecho, al menos porcentualmente, para recuperar esa zona de servidumbre de tránsito y poco a poco nos hemos visto en la obligación de tener que acostumbrarnos a no poder circular por nuestro litoral, sino a tener que acercarnos a él en forma de peine, aprovechando en muchos casos los caminos y accesos perpendiculares a la playa.
Por ello, debemos alegrarnos de la existencia de planes como el publicado en el Boletín Oficial de Cantabria de 7 de octubre de 2010: el Plan de Sendas Litorales de Cantabría, que tiene como objetivos:
a) Establecer el marco regulador para las obras de recuperación, restauración y creación de sendas y caminos con la finalidad de conseguir un uso racional del territorio litoral así como la conservación y mantenimiento de sus valores naturales, paisajísticos y elementos patrimoniales.
b) Favorecer e incentivar el conocimiento del litoral como elemento patrimonial de la Comunidad Autónoma, promoviendo el uso y disfrute de la naturaleza como espacio de cultura y de ocio, ordenando su uso público y fomentando el conocimiento del medio de acuerdo con la necesaria protección y conservación de la naturaleza.
c) Integrar los caminos y sendas que discurran por el litoral de la Comunidad Autónoma en las redes nacionales e internacionales existentes.
d) Recuperar y conservar el patrimonio tradicional así como la riqueza histórica, artística, monumental, etnográfica, ambiental y paisajística del mismo al objeto de fortalecer el conocimiento del litoral como elemento territorial y cultural de la región.
e) Favorecer la integración de los caminos tradicionales y sus elementos dentro de los nuevos modelos de desarrollo.
f) Homogeneizar la señalización de todas las vías y caminos incluidos en este Plan Especial, evitando la dispersión en las tipologías de señales empleadas, al objeto de garantizar un uso seguro y eficaz.
g) Incentivar el establecimiento de recorridos accesibles a discapacitados y personas con movilidad reducida en los entornos periurbanos.
h) Establecer una estrategia de divulgación y educación ambiental que promueva el conocimiento del litoral, arbitrando los medios adecuados a tal fin.
El Plan tiene como premisas la mínima actuación y el disfrute del litoral, y también pretende facilitar la accesibilidad a personas invidentes o con movilidad reducida.
Esperemos que cunda el ejemplo.
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