9 de abril de 2012

Disputa por los recursos del Ártico


Se aviva la guerra fría en el Ártico
El Ártico es una zona de grandes recursos de gas y petróleo aún sin explotar. Los estados colindantes están desarrollando una militarización en la zona con el fin de defender sus intereses nacionales. Además, las empresas de gas y petróleo rusas y extranjeras tienen planes para realizar grandes inversiones en la zona. Mientras tanto, los ecologistas advierten acerca de los posibles riesgos.

La conclusión a la que llegó el Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz tras realizar un estudio en la zona asevera que Rusia, Canadá, Dinamarca y Noruega están desarrollando sus intereses militares en el Ártico.

Además también hay otros países, como China, India y Brasil, que están intentando tener acceso a las rutas de recursos naturales y transporte más importantes de la región.

Aún hay un gran territorio de la plataforma continental ártica en disputa, y Rusia, que colocó su bandera en el fondo ártico del Polo Norte en 2007, ya ha perdido varias batallas territoriales por los recursos offshore contra Noruega y los Estados Unidos.

En medio de las tensiones que han surgido, Rusia lanzó hace poco una nueva serie de expediciones al lejano Norte. El 27 de marzo, la rama siberiana de la Academia de Ciencias de Rusia dio a conocer los resultados de su reciente expedición a Yamalia-Nenetsia y el mar de Kara, en los que se informa acerca del descubrimiento de vastas reservas de gas en la región.

Al mismo tiempo, Rusia tiene la intención de crear unidades especiales de las Fuerzas Armadas para el Ártico para el año 2015, con el objetivo de proteger sus propios intereses geopolíticos.

“Si Rusia no explora el Ártico, lo perderemos”, afirmó Borís Nikitenko, académico de la rama siberiana de la Academia de Ciencias de Rusia. “Por ejemplo, algunas áreas estadounidenses están mucho mejor exploradas que las rusas, y, cuanto más esperemos, menos derechos tendremos a estar allí en el futuro.”

En la última década, Rusia se ha aferrado a su territorio offshore del Ártico, rico en hidrocarburos, aunque el Gobierno ha prometido recientemente que las empresas extranjeras también tendrán acceso a estos recursos. 

El presidente electo, Vladímir Putin, ha manifestado que para acelerar el desarrollo del Ártico ruso, se  invertirán 21.000 millones de rublos (alrededor de 700 millones de dólares) en los próximos tres años en la modernización y construcción de infraestructura.

También ha declarado que las empresas privadas rusas tendrán acceso a las reservas de petróleo y gas. En la actualidad, sólo las compañías estatales, Gazprom y Rosneft, tienen derecho a desarrollar las estratégicas reservas offshore. El año pasado, ExxonMobil acordó unirse a Rosneft como socio minoritario en la exploración de tres licencias en el mar de Kara, al norte de Rusia, mientras que la empresa conjunta ruso-británica TNK-BP ha declarado que planea invertir cerca de 4.000 millones de dólares en los próximos tres años para desarrollar yacimientos petrolíferos y de gas en el Ártico.

Inmediatamente después de las declaraciones de Putin, Chevron mantuvo una serie de conversaciones con autoridades de alto nivel del Gobierno ruso.

Por su parte, las empresas rusas exigen mayores exenciones fiscales para trabajar en las extremas temperaturas del Ártico.

“Algunas petroleras rusas, como Lukoil, han estado pidiendo acceder a los recursos del Ártico desde hace mucho tiempo”, manifestó Ekaterina Rodina, analista de petróleo y gas en VTB Capital. “Esto aumentaría la rivalidad en la región, si bien ninguna empresa cuenta todavía con la tecnología necesaria para trabajar bajo tales condiciones. De modo que los jugadores más pequeños deberían contar con beneficios con el fin de que pudieran competir”.

Los especialistas afirman que en estos momentos no existe una producción offshore en el Ártico, ya que el Estado no ha otorgado garantías a largo plazo ni ha garantizado que vaya a haber rebajas fiscales que compensen los altos costes de la explotación.

“En los últimos años no se han desarrollado nuevos yacimientos petrolíferos sin beneficios impositivos o de exportación, algo que resulta aún más fundamental en el caso de la producción offshore”, expresó Rodina. “Sin embargo, a largo plazo, la exploración del Ártico es muy atractiva, ya que tal como indican las investigaciones, los yacimientos petrolíferos mundiales actuales se quedarán sin reservas en unos 30- 50 años.”

Gazprom afirma estar lista para avanzar en el Ártico y, junto a sus socios extranjeros, está estudiando la forma de hacer que la exploración sea más rentable. “Los proyectos prioritarios en la región son el yacimiento de gas Shtokman y el petrolífero Prirazlomni”, expresó un portavoz de Gazprom a The Moscow News vía correo electrónico. “De momento, el proyecto Shtokman posee todos los planos y las resoluciones técnicas. Para avanzar en su concreción debemos acordar con nuestros socios la reducción de costes.”

Mientras los estados del litoral ártico sueñan con grandes oportunidades comerciales, los ecologistas y otras naciones advierten acerca de una posible catástrofe ecológica. “La prístina naturaleza ártica aún no ha sido estudiada, y cualquier explotación offshore en el Ártico aniquilaría el hábitat natural”, expresó Alexéi Knizhnikov, de WWF Rusia.

“Por ahora hay un gran vacío tecnológico”, expresó Knizhnikov. “No existen ni el equipamiento ni la infraestructura necesarios para retirar del hielo grandes cantidades de petróleo, así como tampoco hay un protocolo de sanciones para las empresas en el caso de que ocurriera un accidente. La [tragedia] de la plataforma de perforación Kólskaya demostró que ni tan siquiera podemos salvar a los seres humanos; de modo que tampoco seremos capaces de la naturaleza”.

Sin embargo, los funcionarios que se dedican a los recursos naturales están a favor de la perforación del Ártico y sostienen que todas estas declaraciones acerca de una posible amenaza ecológica no son más que politiqueos. “Los ecologistas quieren llevarnos nuevamente a la Edad de Piedra”, expresó Ruslán Bazdirev, miembro del Comité de Recursos Naturales y Ecología de la Duma Estatal. “Soy muy escéptico respecto a lo que dicen. En este país, todos los proyectos petroleros y de gas se someten a los pertinentes estudios ecológicos”.

Por su parte, Gazprom afirma que la empresa cuenta con todo el equipamiento necesario para lidiar con potenciales derramamientos de petróleo en el Ártico, y descarta la idea de que pueda ocurrir un desastre ecológico.

Fuente: Rusia Hoy

Publicado originalmente en inglés en:

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