4 de marzo de 2013

Estuario de Bahía Blanca


 El Estuario de Bahía Blanca es un espacio vital para la conservación de la biodiversidad. Este humedal, declarado como Área de Importancia para la Conservación de Aves Migratorias Neárticas del Cono Sur de Sudamérica, aloja especies en peligro de extinción como la gaviota cangrejera o los anillos de salicornia, pero es altamente vulnerable, debido a que tiene una tasa de renovación de agua muy baja. Este sábado se celebra el Día Mundial de los Humedales, por lo que el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO), perteneciente al CONICET, la Universidad Nacional del Sur (UNS) y la ONG Aquamarina, insisten en que es necesario desarrollar una estrategia de Gestión Integrada del Recurso Hídrico en el estuario.

Estas tres instituciones lideran la investigación en gestión costera y marina del proyecto COMET-LA (Gestión comunitaria participativa de los desafíos ambientales en Latinoamérica), una iniciativa en red, financiada por el 7º Programa Marco de la Unión Europea,  en la que participan universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil de Argentina, Colombia, México, España, Reino Unido y Portugal.

Los estuarios se encuentran entre los humedales costeros más productivos del planeta y tienen un papel muy importante como fijadores de carbono, removiendo de la atmósfera la mitad del CO2 emitido anualmente por el sector transportista del mundo.

La acción del cambio climático y de la mano del hombre, con proyectos como la sobreexplotación, el exceso de urbanización o el dragado de la zona interior del estuario preocupan a la población. El equipo del proyecto COMET-LA está realizando un levantamiento de información entre los habitantes, recogiendo sus percepciones sobre los cambios ambientales del estuario.

Así, se han detectado incrementos en la temperatura del agua en los últimos años, aumentos en los niveles de salinidad del suelo y en los vientos en zonas marítimas, que junto con la mayor contaminación debida a la industria, afectan a la actividad pesquera artesanal.

Igualmente, en las ciudades de Pehuén Co y Monte Hermoso se está acuciando el problema de la erosión, con la consecuente reducción y la mayor peligrosidad del área costera o posible pérdida de recursos de gran valor paleontológico, como las huellas humanas y de megaterio, de más de 7.000 y 12.000 años de antigüedad. 

Respecto de las potenciales acciones de adaptación, no se observan iniciativas integrales ni que produzcan alternativas en el orden socioeconómico, destacándose únicamente acciones o propuestas individuales en reacción a los efectos del fenómeno climático sobre las actividades económicas tradicionales (por ejemplo, pedido y gestión ante autoridades provinciales de extensión del período de veda pesquera; mejoramiento de la explotación a partir del establecimiento de una planta procesadora de pescado para el caso de Pehuén Co y Monte Hermoso, etc.).

Para un mejor tratamiento de los problemas detectados es necesario una visión global, por lo que el proyecto COMET-LA considera esencial una actuación integral que permita gestionar los recursos hídricos de un modo sostenible, adecuado a los diferentes usos del estuario y que permita que éste pueda seguir cumpliendo su función ambiental. Desarrollar un programa integrado del manejo costero con la participación activa de los usuarios del estuario es uno de los objetivos del COMET-LA.

Para llamar la atención sobre esta necesidad, el proyecto COMET-LA elevó esta cuestión a nivel internacional durante el V Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, celebrado en Jeju, Corea del Sur, el pasado mes de septiembre. Durante el mismo, se aprobó la Recomendación 165, “Manejo integrado de los recursos hídricos (MIRI) en el estuario de Bahía Blanca, Argentina”, que entre otras cuestiones, insta al Gobierno Argentino a adoptar medidas de protección y conservación de los ecosistemas productores de agua, designando áreas de protección especial y velando por su adecuado mantenimiento, reconsiderar la opción de incluir el estuario de Bahía Blanca en la Lista de Ramsar, y realizar un estudio de impacto ambiental externo del mega-proyecto del dragado (ver recomendación completa). 

El Congreso Mundial de la Naturaleza de UICN es el “Parlamento de la Naturaleza”, la mayor cita internacional relacionada con la conservación. Además, la UICN es la mayor red ambiental que existe en el mundo, con más de 1.200 miembros, y la única organización internacional que une en un mismo foro a administraciones públicas, ONG medioambientales y expertos. La cita de  Jeju 2012 reunió a más de 10.000 personas, entre ellas, 5.000 expertos en conservación de 153 países, de ahí la importancia de la inclusión de la problemàtica de Bahía Blanca en este evento.
  
Además de las entidades argentinas ya citadas, participan en el COMET-LA la Universidad de Córdoba en España (que actúa como coordinadora del proyecto); la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Asociación Civil de Estudios Rurales y Asesoría Campesina, también mexicana); la Pontificia Universidad Javeriana y los Consejos Comunitarios de las Comunidades Negras de la Cuenca Baja del Río Calima y el Alto y Medio Dagua, en Colombia; el Instituto Noruego de Luftforskning; The James Hutton Institute, del Reino Unido; la empresa portuguesa Sagremarisco-Viveiros de Marisco y el Comité Español de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

Todos ellos trabajarán juntos en tres casos de estudio distintos: gestión del agua y la biodiversidad en Colombia, gestión forestal y uso del suelo en México, y gestión costera y marina en Argentina. En todos los casos se aplicarán métodos similares para caracterizar situaciones actuales y futuras de los sistemas socio-ecológicos, modelos de gobernanza sostenibles y un análisis de escenarios locales frente a los futuros cambios y desafíos. Los resultados servirán para elaborar una herramienta potencialmente útil a otras comunidades locales que enfrenten cambios medioambientales.

Fuente: UICN

No hay comentarios:

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin