
Hay quien dice que la historia sólo es historia. Pero si nos acercamos a cualquier historiador nos dirá que esto no es así y los hechos sin lugar a dudas les dan la razón. Y es que estamos asistiendo últimamente a muchas disputas con la historia de fondo: las que enfrentan a Odyssey con el estado español es una de ellas, con la incorporación del gobierno peruano que reclama el botín con motivo de su origen.
Pero hay otra disputa ya histórica, la derivada de la colonia británica de Gibraltar, con origen en el Tratado de Utrech, aquel que puso fin a la guerra de sucesión española, allá por 1700. Y es que aquél tratado permitó a Gran Bretaña hacerse con el control de un punto estratégico, el peñón de Gibraltar, pero no así con las aguas que le rodeaban.
Sin embargo, a lo largo de los siglos la colonia británica ha ido ampliando su zona de control por la vía de los hechos consumados: primero fue la franja de nadie ubicada en la frontera (ubicada en zona española de acuerdo al tratado) y que sirvió para establecer el aeropuerto de la colonia. La segunda expansión llega por mar.
Y es que aunque Gibraltar no tiene aguas jurisdiccionales la realidad es que mantiene el control de una franja marina en torno a la Roca, en la que las autoridades españolas han dejado de ejercer sus funciones jurisdiccionales. Pues bien, ahora se intenta dar forma legal a ese control por la vía del reconocimiento europeo.
Esto se ha llevado a cabo proponiendo el gobierno británico el establecimiento de un Lugar de Importancia Comunitaria, denominado Southern Waters of Gibraltar y que abarca 5.480 has., el cual se ha incluido en la lista de , de acuerdo a la Directiva 92/43/CEE del Consejo Europeo.
Y es que las intenciones británicas parecen claras, máxime cuando el interés por estos espacios parece haberse reducido en los últimos años al establecimiento de un fondeadero en el que las actividades de bunkering son habituales, lo que ha provocado diversos accidentes con graves incidencias medioambientales, el último el hundimiento del buque Fedra, hace apenas unos meses. y a ello hay que unir los proyectos para rellenar parte de las aguas que rodean el Peñón y de las que ya hemos hablado en otra entrada.
La respuesta del Gobierno español ha sido la propuesta de otro LIC de 23.800 has, que incluye la zona propuesta por el Reino Unido y denominado Estrecho oriental, el cual ha sido incorporado a la lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) de la región biogeográfica mediterránea, actualizada en diciembre de 2008.
Por ello, se puede decir que esta polémica ha traido al menos una buena noticia: se protege parte del litoral del Estrecho y el gobierno español deberá actuar en el LIC Estrecho Oriental. Por parte británica, si realmente se quiere hacer efectiva la propuesta debería reconsiderarse la operación de relleno prevista para usos turísticos.
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