4 de abril de 2009

Reserva de la biosfera de La Palma



La Reserva Mundial de la Biosfera La Palma ha realizado un estudio denominado 'Efecto de la Reserva Marina de La Palma en la recuperación de las comunidades bentónicas' que ha contado con el apoyo de técnicos de las universidades de La Laguna y Palermo. En él se pone al descubierto las ventajas de este espacio protegido para la recuperación de especies y fondos marinos, aunque también recoge la fuerte presión a la que están sometidos sus límites por la pesca profesional y de ocio.

El Consorcio Insular de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma desarrolla, dentro del proyecto 'MARCOPALMA: Sistema de Planificación y Ordenación del Medio Litoral y Costero de la Isla de La Palma', un sistema de indicadores sobre el estado de conservación de los fondos litorales, de cuyos resultados se extrae una serie temporal con la que testar y predecir la evolución de los fondos.

La disponibilidad de datos previos a este estudio ha permitido comprobar la evolución de esta zona y mostrar la gran utilidad que ofrecen los análisis de series temporales para la gestión y conservación de los recursos naturales.

De esta forma , se determina cómo los impactos derivados o provocados por las actividades humanas están produciendo severos cambios en la abundancia y composición de la vegetación submarina, según este estudio. Así, la pérdida, reducción o cambio de la cobertura de los macrófitos, como las macroalgas, genera graves desequilibrios, ya que estas juegan un importante papel en la estructura y dinámica de los ecosistemas litorales al fijar carbono y constituir el hábitat y sustrato para el desarrollo de diferentes comunidades de invertebrados y peces.

Uno de los impactos más importantes en el litoral es la sobrepesca de ciertas especies calve: peces que controlan las poblaciones de herbívoros, principalmente erizos. Cuando las poblaciones de estos peces escasean, el número de individuos de estos herbívoros se incrementan, desencadenando un fuerte desequilibrio del resto de comunidades asociadas. En este punto es donde se llegan a observar los blanquizales, zonas sin vida producto de la acción de los erizos, aprovechando la carencia de sus predadores, como los peces gallo, para extenderse.

En las Islas Canarias se han establecido tres áreas marinas protegidas bajo la denominación de Reservas Marinas de Interés Pesquero: La Graciosa e Islotes al Norte de LanzaroteLa Restinga-Mar de Las Calmas eIsla de La Palma. Estas reservas constituyen en la actualidad las únicas áreas en el archipiélago donde la actividad humana está controlada y regulada, por lo que son de las pocas zonas donde la recuperación de los fondos es posible.

Por tanto, apoyándose en datos previos ya existentes, este trabajo construye una serie temporal (2004-2008) donde se analiza la evolución de las comunidades bentónicas (macroalgas y poblaciones de Diadema aff. antillarum) y se compara espacialmente los predadores del erizo en las diferentes zonas de uso de la Reserva Marina de La Palma, incluyendo la Zona Integral, así como zonas exteriores de influencia.

En este sentido, los autores del trabajo aclaran que si bien La Graciosa e Islotes al Norte de Lanzarote y La Restinga-Mar de Las Calmas han contado y cuentan con programas de seguimiento de diferentes comunidades -herramientas a partir de las cuales se apoya la gestión y planificación-, la Reserva Marina La Palma, más reciente, ha carecido de este tipo de estudios y, por lo tanto, se desconoce su estado inicial.

De este estudio, se pueden extraer afirmaciones como que la cobertura de macroalgas erectas son indicadores ambientales idóneos par estudiar el estado de conservación de los ecosistemas bentónicos de las Islas Canarias o que la mejora del estado de las comunidades se deriva del restablecimiento de los niveles de predación; por lo que una de las conclusiones sería que, efectivamente, las reservas marinas han servido para garantizar la recuperación de los fondos.

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