21 de febrero de 2012

El tesoro del Odyssey de vuelta a España. ¿Dónde ubicarlo?


Desde hace ya un tiempo vengo siguiendo las vicisitudes del litigio entre los cazatesoros de Odyssey y el gobierno de España por la mercancía que llevaba a cargo la fragata española “Nuestra Señora de las Mercedes”, hundida por la flota inglesa en 1804 cuando se dirigía al puerto de Cádiz, con un importante cargamento de monedas de oro y plata.

En este tiempo hemos visto, en la bahía de Algeciras, a la Guardia Civil vigilando al barco de los cazatesoros, atracado en el puerto de Gibraltar, desde donde se envió el tesoro hasta Estados Unidos. Del mismo modo hemos visto como Odyssey defendía que el barco objeto del rescate no era el “Mercedes” y hemos asistido a un largo pleito en los tribunales norteamericanos, donde debe destacarse el buen hacer de los servicios jurídicos contratados por España, apelando incluso a viejos tratados y posturas defendidas por el gobierno de Estados Unidos para proteger los barcos americanos hundidos durante las guerras mundiales.

Ahora llega el momento de que especialistas españoles viajen a Tampa para inventariar los miles de objetos expoliados, antes de que dos aviones de las fuerzas aéreas españolas transporten el material hasta España, custodiados por la Guardia Civil.

Pero no es de esto de lo que les quiero hablar. Sino de la pelea que parece haberse abierto en nuestro país por acoger el tesoro del Odyssey, una pelea que, a mi entender, refleja el egoísmo y la falta de miras de nuestros gobernantes.  Y es que si durante todo este tiempo han estado callados, ahora se lanzan como lobos por el “botín”.

Cartagena, Sevilla, Cádiz, Segovia, e incluso Montilla, un pueblo de Córdoba, lo han reclamado ya, alegando en unos casos que acogen al Museo Nacional de Arqueología Subacuática, que el barco se dirigía su puerto, que un viajero acaudalado era de la población, que la investigación del Odyseey se hizo con los datos de un archivo situado en la localidad o que la CECA estaba en ella. ¿Argumentos de peso?

Desde mi punto de vista hay un elemento que debe ser fundamental a la hora de ubicar el tesoro: cuando se ataca a las empresas cazatesoros y su forma de extraer lo encontrado, se pone el énfasis en el hecho de que no se tiene en cuenta la historia ni se extraen datos de la extracción que ayuden a obtener datos de la época, simplemente se busca el tesoro descontextualizándolo del momento histórico. Y mucho me temo que lo mismo se está haciendo por parte de los políticos locales, a los que poco interesa el contexto sino tan sólo la exposición de un tesoro que puede atraer a miles de visitantes.

Pues bien, en este momento hay que mojarse y la relectura de lo que ocurrió con este barco da pistas claras de cual podría ser su destino más lógico y acorde con la historia:

El barco hundido se dirigía al puerto de Cádiz en 1804 cuando fue hundido en la batalla del cabo Santa María. Con ella se imponía la fuerza naval británica a la española, dando lugar a una serie de enfrentamientos que finalizó con la batalla de Trafalgar, el cambio de alianza española de Francia a Inglaterra, así como la decadencia total de la armada española y, en última instancia abría las puertas a la independencia de los territorios de ultramar, de la mano de la constitución de  Cádiz, de 1812.

Por todo ello, creo que no debería ubicarse el tesoro en un lugar no haya tenido la más mínima relación con los hechos acontecidos, y no creo que el hecho de acoger el Archivo de Indias sea tampoco motivo suficiente para demostrar esa relación.

Esperemos que no se “despedace” el cargamento del “Nuestra Señora de las Mercedes” para contentar a todos. Y sobre todo, esperemos que el tratamiento que se haga facilite entender lo sucedido en su contexto histórico, que los brillos de los metales no nos cieguen y también aquí se adopte una decisión valiente de acuerdo a criterios historiográficos.

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