

Así han sido muchas las almadrabas que se han calado en la costa de Cádiz, desde la zona de Torregorda en Cádiz a las almadrabas de San Fernando (aún se pueden ver sus restos en el muelle de S. Jerónimo), la de Sancti Petri y sobre todo las de Conil, Barbate, Zahara de los Atunes y Tarifa, con empresas tan importantes como el Consorcio Nacional Almadrabero, que dejaron un importante patrimonio, como el poblado de Sancti Petri (Chiclana de la Frontera) o La Chanca de Conil.
Ello ha generado diversos movimientos de la administración pesquera estatal y regional, dando lugar a la reasignación de las cuotas de atún, establecidas en 600 tm para las almadrabas (un 40% menor que en 2009) y considerando a las mismas como "laboratorio científico para el seguimiento de las poblaciones de atún".
De esta manera se podrá comenzar a calar las redes de este arte de pesca milenario, pero no ha mostrado la otra cara de la sobreexplotación pesquera, la de las familias que pueden perder sus fuentes de ingresos, pero incluso nos plantean otra importante cuestión cuando se habla de este sector:
Las almadrabas han convivido durante 2.000 años con los atunes, sin afectar a esta especie de modo significativo, debido fundamentalmente al hecho de ser un arte de pesca fijo y ubicado a apenas 3 kilómetros de la costa. Ha sido el desarrollo de una potente flota atunera la que ha motivado la situación de extremo peligro de esta especie. Por ello, la pregunta que se plantea en las cuatro almadrabas que aún hoy subsisten (Conil, Barbate, Zahara y Tarifa), es si tienen que pagar ellos los desmanes de esta flota.
Esperemos que las medidas adoptadas para lograr la subsistencia del atún permita mantener tanto al atún, como a la cultura asociada al mismo.
3 comentarios:
Me parece muy interesante este artículo, puesto que no habla meramente del atún, sino de la almadraba como parte de nuestro patrimonio.
Cuando leí la intención que tiene Greenpeace para que todos los países de la UE firmen un acuerdo, por el cual, el atún rojo se incluya en el convenio CITES, en lo primero que pensé fue, efectivamente, en las almadrabas y los almadraberos.
No creo que la solución a la extinción de esta especie sea la de prohibir totalmente su pesca, puesto que consigo llevaría la pérdida de un arte de pesca sostenible como es del que hablamos.
La sobrexplotación por parte de multinacionales que ostentan grandes avaneces tecnológicos sí la considero un problema.
¿Crees que en la acuicultura de esta especie se puede encontrar una solución?
Un saludo, y enhorabuena por el blog. A mi me ayuda mucho a estar al día en estos temas.
Pues no cabe duda de que el futuro de las pesquerías parece venir de la mano de la acuicultura. También en el caso del atún.
Sin embargo la cría del atún en piscifactoría tiene un problema: el traslado de los primeros ejemplares, que suelen sufrir un importante stress. Superado este inconveniente si sería factible, de hecho en El Puerto de Santa María (Cádiz) se está construyendo una.
Otra cosa es el engorde de ejemplares en jaulas, como se realiza en diversos lugares, entre ellos el Mediterráneo español. En muchos casos son ejemplares cautivados en el mar.
Y por otra parte, creo que el futuro de especies como el atún rojo va a depender también de la calidad del atún rojo criado en las piscifactorías. Digo esto por cuanto es fácil ver la diferencia entre una dorada salvaje y una criada, su sabor es bien distinta. Si esto ocurre con el atún es posible que los grandes consumidores de este producto sigan con su pesca.
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